Carmelita Muñón

Hay arguien por ahí…-buenas-,  me presento: soy Carmelita Munón, la que ocupa er partido que dejó doña Leonó en er prinsipá nº 2 der Corrá delarssobispo y ahora que no noescucha nadie, le voy a relatá la murtiple cualidade de este produrto sinpar (oy, leche, me parezco alanunssio der colacao). Yo ma enterao pon la legua viprerina del sorro- que Doña Leonó, tuvo que ensali huyendo der corrá ante que viniera la pulissia por er ioputa der niño, que vía puesto en la parroquia, escondía bajo la túnica der Cristo, una pila de petaca de 400 vortio con dó elertrodo que alassé contrarto con la madera der pié der Señó, sortaba un calambrazo tal, que la gente que bessaba ar Crijto, se dejaba lor diente en la peana. Tar fue la conmorssión generá de la gamberrada, que cuando Antonio er sacristán cogió ar niño en un rincón de la sacristía –meao de rissa- la gente lo quería linchá, meno má que interssedió donCressenssio y metió ar niño bajo la sotana y ar niño le dio una alferessia cuando essaló er tufillo de arcanfó y guevo duro der refajo der cura y calló desmayao ar suelo y entonsse la catequista que había allí, lo sacó por la puerta de atrá y lo llevó a la cassa de socorro…assin que to lo que habei escuchao de essa chirmossa que se pasean por el patio derpechejando la muy y alevantando lo paño de lartá –es mentira cochina. Porque essa mujén –la Leonó- estaba jarta jartita, hasta er mimissimo jigo chumbo der puñetero niño y der borracho de su mario, que ya saben urtede que esse joio porculo Paco, se enbebía hasta el agua der florero. Ya ssé lo que anda porahí difrundiendo la Parona –mala puñalá le den- cónchabá con su nuevo concubino,- el sorro-  cuando pregonó portó er barrio, lo der desaurssio de Vivas Hermanos, que se habian presentao en el corrá, pa llevarsse el búcaro, que era lo único que le quedaba en su cassa a la probessita (a cuenta de lo plasso der tilivisó, que compró ante de cassarse) …como lo que contaba der Ditero, er Santana, que se había vuerto majareta por su curpa y andaba como “ vissente er del canarto” buscando a la Leonó por toa las parada de los “pegasso”que hay en Sevilla. La verdá ej que la Encanni, cogió a rasson de to esto, una depresión de caballo, que le subió la assuca de tal forma, que el gigantesco gato de “Pepita la de lo jamone”le dejó las pienna como ar “nenuco de la muñeca famossa”. Porque esso lo juro yo –como me llamo Carmelita Munón- por lo má sagrao, que essa mujen quería a su comadre má que a una hermana y aquí está, que no tiene ganita de ná…pero de na, de ná, de ná, no tiene gana ni de morisse, la probessita…que sa quedao huérfana, sin su comadre y ha perdio tanto pesso, que cuando se alevanta de la butaca, se le caen la braga y se le enredan en la babucha y má de una vé, sa caío de boca y ha tenío que vení a reanimanla don Franssico er prarticante. Y ya me estoy cayando porque este marnassío der sorro está acechante y é capá de buscarme una ruina con essa lengua que tiene má afilá que la espada. Via provechá pa llevale a la Encanni:  elantagí 500; er donmartín; un buoprofeno y el Gelomassin..ah, y un valium 55, con un vassito de tila y una copita de salamea que a ella le gusta mucho. Bueno encantada y aquí me tienen a su dirpossissión. Fdº, Carmelita Muñón. que tengan urtedes, unas muy FELISES PARCUA.